¡Despertad! La subversión zapatista en tierras insumisas
Resistir es parte de la lucha. La Hidra Capitalista se trasforma. Sus ataques se producen bajo nuevas formas. Aunque parezca extraño, el capitalismo, sus clases dominantes, sus grupos de presión, sus empresas trasnacionales, sus medios de comunicación, en definitiva, el andamiaje sobre el cual se ha construido, se está resquebrajando. Necesitan apuntalarlo. Así no dudan en criminalizar el pensamiento. Entre sus formas, está la guerra neocortical, aquella que no mata, pero destruye la mente, la adormece.
Es necesario despertarla. Para muchos una osadía, para los zapatistas una obligación. Una necesidad para fortalecer nuevas formas de actuar y de pensar. Cuestionarse la realidad, plantarle cara y fortalecer las luchas contra la explotación, el colonialismo interno, las muchas cabezas de la Hidra. No solo resistir, sino pensar para ganar.
“Despertad” fue la palabra elegida para que La Montaña fuese reconocida por los anfitriones. No era una provocación, sino un llamado de atención. La embarcación fue rebautizada al zarpar. El Subcomandante Galeano explica el cambio: “hacer que la historia navegue a contrapelo”. Sus pasajeros, miembros de las comunidades zapatistas, conocidos como Escuadrón 421, están bregando a contracorriente, pero no desfallecen, su labor es ardua: subvertir el pensamiento.
Por: Marcos Roberto Roitman Rosenmann
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